Con un grandísimo dolor de cabeza me desperté en la playa.
Casi recuerdos la noche anterior. Si recordaba en cambio aquella guapísima mujer guapa que lo más probable es que fuera ella quien encargó que me dieran la paliza
Como en las películas guapa y mala
En fin no tuve más remedio que levantarme salir de la playa y volver a la ciudad haciendo autostop
Me recogió un hombre de unos 70 años simpático y hablador y por el camino fuimos hablando de muchas cosas y también me habló de que por esa zona había una mujer que era la que mandaba en la comarca.
Guapa, rica y mala.
Averigüé gracias a este hombre que la mujer vivía en una grande antigua casa conocida en la zona como la mansión